Lluvia de tarde de verano

Había estado extrañando un viejo amor, o en realidad no sabía si era a ella o al hecho de extrañar. En ese no aniversario que pasaba como intrusa se coló en un sueño y el recuerdo se había hecho carne.
Ahora volvía todo a sus respectivas cajitas, y la lluvia llegaba un poco para lavar también esos sensamientos, las mezclas de sensaciones y sentimientos, tratando de ser sensato, que provocaban esas vueltas involuntarias de tales pasados a mi cabeza.
La tormenta me sorprendió en la esquina de Callao y Corrientes. El agua traía alivio a jornadas de altas temperaturas que acechaban sin tregua a la ciudad por esas semanas. La "ola de calor" era noticia y era inevitable mi enojo para con esos medios que, más allá de tratarse de informar, hacían sufrir más la sensación térmica. Como si fuese novedad que para esa altura del año hicieran esos calores.
Pero bueno, ahí estaba yo saliendo de la librería. Quizá si no me hubiese tentado al pasar por esa vidriera y entrar a averiguar por esa antología de cuentos de Cortázar, y distraerme con otros, la tormenta me hubiese agarrado ya en el subte, volviendo a casa.
Lo cierto es que me preocupaba más por qué mi adquisición llegue seca que por mi andar y posible resfrío. Así pedí al vendedor otra bolsa, la doblé, me la puse abajo de la remera y salí a la calle.
El chaparrón fuerte había pasado, pero el agua seguía cayendo insistentemente. La mayoría corría. Las entradas de los edificios, las puertas de los negocios y los aleros de los kioskos de diarios servían de refugio transitorio. En la vereda de enfrente pude ver como una señora se tropezaba y se caía en su andar por no mojarse. Y también la indiferencia de todos los que pasaban por su lado.
Mismas razones de apuros compartidos en gentes tan diferentes. Más de unas veces me encontré haciendo esas asociaciones por el sólo hecho de asimilar a los otros. Y las corridas en tardes como estas los hacía parecerse.
Pero allí estaba también yo, en aquella tarde tan distinto a todos, con mi única preocupación de que mi libro llegara seco. Caminaba a un ritmo a contramano del común, motivo por el cual varios me llevaron por delante y fue destinatario de varios improperios, tal vez justificados. Pese a ellos, no iba a acelerar mi paso.
Esperaba a cruzar en el semáforo de la esquina de Rivadavia, mientras miraba a los demás pasar, cuando me distrajo un recuerdo. Y allí la volvía a encontrar. Quise distraerlo pensando en otra cosa, poniéndole música, pero con las gotas cayendo sobre mi cara reforzaban su condición de tal. Porque a ella tampoco le molestaba mojarse con la lluvia...
Nunca todo está ordenado en sus respectivas cajitas. Porque como intrusos los recuerdos se cuelan en nuestras cotidianeidades, queriendo o sin. Y en esa tarde tarde volvió a acompañarme en mi regreso a casa, húmedo, escurridizo, plural.


"LLUEVE SOBRE MOJADO" (JOAQUIN SABINA - FITO PAEZ)

9 comentarios:

  1. Me lo imaginé todo, cerré los ojos y ahí estabas con tu libro protegido, bajo la lluvia, pensativo, recordando queriendo o sin querer.
    Lindos son los recuerdos q a uno lo hacen lo q es hoy. Sabemos q son pasado pero ya forman parte de nuestro ser.
    Gracias por compartir esto.

    Lo quiero a montones.
    ^^

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  2. Leí tus otros textos, y sabés qué ?, tienen el sortilegio de hacernos entrar, de un salto, en el escenario que tan bien planteas. No importa en cuál de los personajes, en la vieja que se cae, en tu lugar, en el de ella, en el chofer del colectivo, no importa, pero lo vivimos, formamos parte de él, por tu forma de relatarlo.
    Seguí escribiendo, que te estás dibujando un hermoso camino en la vida.
    Felicitaciones !!!!!!!!

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  3. pablo o pablito (como pusiste en el mensaje!!..) escribis muy bien ,excelente fue mi comentario y verdaderamente es como lo senti!!
    espero las proximas publicaciones...un beso analia

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  4. No sé quién sos,ni como me llego este enlace, ni por qué decidí abrirlo y leer,debe ser algo parecido a eso que algunos llaman destino.Pude verte, pero más intenso fue verme en tu relato. Callao y Corrientes, una gran esquina para recordar viejos amores y para dejar que las cajitas abiertas se desparramen tranquilas...

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  5. Nunca todo está ordenado en sus respectivas cajitas. Nunca, muy bueno, felicitaciones por transportarnos a ese día de lluvia y a tantos.

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  6. TENGO NUDO EN LA GARGANTA :´) HERMOSO ESCRITO!!!! SIN MÁS QUE DECIR... LE DEJO UN ABRAZO!!!!

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  7. "Porque a ella tampoco le molestaba mojarse con la lluvia..."

    Venía leyendo ansioso de "el encuentro con ella". No podía faltar en otro gran texto...

    Genial Pablito!!!

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  8. Familiares, amigos y compañeros de ruta, releo sus comentarios y de sus palabras surgen la necesidad de otras mías. Y se hace presente esto de agradecer por sus lindas letras, por haberme leído, por ser parte de este refugio compartido que para mi significa "Cotidianas..."

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  9. Este es el posteo en el que siempre pienso cuando me agarra la lluvia y la gente corre, enloquecida, a buscar un refugio al menos transitorio.

    Es muy cierto, uno a veces no se detiene a pensarlo, pero deben haber más de una soledad de a dos entre la multitud compartida...

    Pati.-

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